Contexto histórico de la localidad de Techotiba

2 Ago

Por Mauricio Castellanos.

 El Territorio de Techo al igual que América Latina tiene una historia milenaria, los hallazgos arqueológicos en la Sabana de Bogotá en 1973 en la Hacienda del Tequendama y 1990 en la Hacienda Aguazuque del Municipio de Soacha, son testimonio de los ancestrales dueños de estas tierras y cuyos pueblos antecedieron a los muiscas:

“Los primeros restos que permiten hablar del hombre de Aguazuque fueron encontrados en la hacienda que lleva su mismo nombre, en límites de Soacha y Mosquera frente a Bosa, con el río Bogotá en medio”(1)

 El Maíz está ligado al surgimiento del pueblo Muisca hace miles años, según hallazgos encontrados en la población de Zipacón, se ubicaron en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santander y su organización social, política y religiosa fueron los cacicazgos. Un cacique era la autoridad civil y religiosa.

Así relataron los cronistas la llegada a Bogotá de los invasores españoles: “Llegados a estos pueblos de la sal, ya aquí mostró la tierra lo que en ella había y lo que había adelante, porque era muy gruesa y de muchos indios, y la manera de los edificios de casas, diferentes de los que hasta entonces habíamos hallado; en especial, una jornada más adelante de dicho pueblo de la sal entramos en la tierra del más principal señor que hay en ella, que se dice Bogotá; y bien mostró ser así, porque le hallamos una casa de su aposento que, para ser de paja, se podría tener por una de las mejores que se han visto en Indias”. (Lebrija y San Martín, [1539]: (2)

 Cuando llegaron los españoles a la sabana de Bogotá se encontraron con grandes zonas de humedales rodeadas de vegetación y en ella se ubicaban de forma dispersa los poblados de Suba, Tuna, Tibabuyes, Usaquén, Teusaquillo, Cota, Engativá, Funza, Ontibón, Techo, Bosa, Soacha. El territorio de Techo hacia parte de la Confederación de Tribus de Funza teniendo como máxima autoridad al Zipa y dependiendo del cacique de Bosa.

“Los Muiscas se ubicaron en territorio de Ciudad Kennedy en los cerrillos de Bosa, donde hoy queda el barrio Villa Andrea, Amaru y la parte Occidental del barrio Britalia. También en las orillas de los ríos Fucha y Tunjuelo, en los cerrillos de Pastrana donde hoy quedan los barrios Casablanca, catalina, Onassis, pastranita II, la parte alta del perpetuo Socorro y Timiza. El resto del territorio era inhabitable por la presencia de inundaciones.”(3)

 Los últimos muiscas vivieron en el Territorio de Techotiba hasta el año de 1.607, cuando fueron desalojados por la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, por las quejas que había colocado el cura doctrinero, Padre Fernán Vásquez, que dijo: “en los dos inviernos del año que tiene esta tierra acuden muy mal a la doctrina de Hontibón estos indios de Techo por causa de los pantanos y los ríos”.(4)

La certificación del despojo “yo, Juan de Capadelargo, Corregidor de Sachica (sic), por S.M. certifico que los indios naturales de la población de Techo que mandaron reducir y poblar en el pueblo de Hontibón de la Real Corona, están ya reducidos y pasados a dicho pueblo de Hontibón a las tierras y lugar que se les señalo… y han dejado so población de Techo desocupada sin buhio ni otras cosas de su vivienda y las labranzas que tenían en él están todas quemadas y sin vigor ninguno para poder echar fruto()”.(5)

Los territorios de Techo pasaron a manos de la  Compañía de Jesús por orden del Presidente Juan de Borja, mediante decreto, el 14 de Marzo de 1608, con el fin de que de estas tierras se sacara el sustento de los religiosos en su labor de “enseñanza” a la juventud de la ciudad y el reino. Posteriormente Techo se dividió en dos grandes haciendas: Techo y el Rosario. Ésta última con el tiempo fue pasando por dueños diferentes y fueron cambiando sus nombres entre los que se destacan la del Tintal, Tintalito, los Pantanos, el Juncal entre otros. En la hacienda el Tintal nació Manuel Ancizar el 25 de  Diciembre de 1.812, destacado periodista, científico, político y literato de ideas liberales y uno de los primeros rectores de la Universidad Nacional.

 Con la llegada del siglo XX,  el auge de la revolución industrial y los procesos de urbanización en el mundo, nuestro territorio no  escapó a este fenómeno.  Fue así como a finales de la década de los veinte se puso en funcionamiento  el Aeropuerto de Techo, punto de llegada y salida de viajeros para diferentes puntos del país y el mundo. Desde ese momento en la historia moderna de la ciudad de Bogotá el sector de Techo se volvió un referente, fortalecido en la década de los cuarenta con la construcción de la Av. de las Américas y los monumentos de Banderas y la Diosa del Agua, en homenaje a la IX Conferencia Panamericana de abril de 1.948  donde surgió la OEA. Y en la década de los cincuenta Techo afianza su posición dentro de la ciudad con la construcción y funcionamiento de la Cervecería Bavaria  y el Hipódromo de Techo.

Estos equipamientos institucionales, comerciales y recreativos construidos en la localidad durante la primera mitad del siglo XX, fueron la antesala a uno de los procesos de urbanización más complejos y conflictivos que haya tenido la ciudad.  En el territorio de Techo se  inicia  la aparición de los primeros barrios hacia 1950, cuando los trabajadores organizados a través de la Cooperativa de trabajadores ferroviarios de Cundinamarca – FERROCAJA, compraron los terrenos, donde fundaron el Barrio la Campiña, luego aparecieron la Chucua, las Delicias y Carvajal. La  característica de estos primeros barrios fue la de carecer de servicios públicos, escuelas, centros de salud, vías, etc.

Por algún tiempo estos barrios no fueron muy populosos, más bien tenían un aspecto rural, así lo relató don Miguel Antonio Saavedra, uno de los primeros habitantes del Barrio la Campiña: Primero que todo este era un lugar muy  bonito, era casi recreativo, tenía árboles, había una laguna inmensa donde está hoy el barrio Nueva York, que partía desde la carrilera del sur, línea del ferrocarril, había un tambre y luego daba vuelta por lo que es hoy Valencia Bombay, salía allá por detrás de Timiza, todo eso era una inmensa laguna  y llegaba a lo que hoy queda del Lago Timiza… había tinguas y venían patos de inmigración… realmente no era nada más, existía el aeropuerto de Techo, yo me acuerdo que era un espectáculo diario para nosotros ver levantar y aterrizar aviones.(6)”

Luego del traslado del Aeropuerto de Techo el Instituto de Crédito Territorial planeo la construcción de un proyecto de vivienda aprovechando la infraestructura de servicios públicos que había quedado, el cual denominaron Ciudad Techo y era la repuesta al déficit de vivienda de la ciudad que se había disparado por el desplazamiento a causa de la violencia y la pobreza, que expulsó a millares de familias campesinas, obligándolas a ubicarse en los cinturones de miseria.

El Proyecto de ciudad Techo fue auspiciado por el programa de la Alianza para el Progreso, una estrategia social de intervención del gobierno de los Estados Unidos, presentada en la Conferencia Económica y social de  Punta del Este, Uruguay, en 1961. La cual consistía en entregar ayudas a los países de América Latina a través de Vivienda, Tierras o Acueductos para contrarrestar las influencia de la Revolución Cubana.

 Las ayudas para la construcción de las viviendas, fue un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo, que abarcó tan solo el 30% del valor total del proyecto, el resto corrió por cuenta del presupuesto oficial, el dinero y el trabajo de los adjudicatarios.

 Uno de los hechos importantes fue el proceso de autoconstrucción de las viviendas por parte de los adjudicatarios de Ciudad Techo, fue un ejercicio de participación comunitaria, por  más de un año,  las familias enteras participaron de la construcción de sus casas.

se trabajaba sábados y domingos, venían las familias a ayudar, los mayores a echar pica y pala, las señoras a cocinar, los muchachos a cargar agua, a mover piedras y alcanzar bloque”(7)

Ciudad Techo pasó a llamarse Ciudad Kennedy en Homenaje a John F. Kennedy, tras su asesinato en Dallas, Texas en noviembre de 1963. La  comunidad conmovida realizó una Misa y propuso que se cambiara el nombre inicial por el Presidente asesinado y este nombre fue ratificado por Acuerdo de la Ciudad en 1967.

 Durante la década de los sesenta, la participación de los vecinos del sector central de ciudad Kennedy fue a través de las Juntas de Acción Comunal.

 En la década de los setenta se dio un mayor crecimiento urbanístico en la localidad. Se inició un proceso de urbanización subnormal en sectores que hoy conocemos como Patio Bonito, Britalia, Visión de Colombia, La Igualdad, Carvajal entre otros. El común denominador de éstos y otros barrios fue carecer de los servicios básicos y los derechos sociales. La ubicación de la Central de Abastecimientos de Bogotá (CABSA) 1972, actualmente Corabastos, fue el mayor determinante en la creación de algunos de estos barrios, barrios que  a su vez trajeron su efecto sobre el humedal de la Chucua de la Vaca, afectando el ecosistema.

 También por este mismo tiempo aparecieron otras urbanizaciones promovidas por constructoras privadas como Banderas, Mandalay, Castilla, Marsella, proyectos dirigidos a familias de estrato medio.

 Durante esta década la localidad no fue ajena a los fenómenos sociales y políticos de la época que se vivían en el país: por un lado el formidable movimiento estudiantil de secundaria. Por el otro, el proceso de organización social, especialmente en los barrios subnormales.

El movimiento estudiantil estuvo precedido de la creación de grupos culturales, especialmente de Teatro al interior de colegios como el INEM, Distrital Kennedy y el Politek. Por aquellos tiempos se crearon los Consejos Estudiantiles que muchas veces funcionaron de manera clandestina, no existía el gobierno escolar. Las peticiones giraban en torno a la reforma educativa, la carestía de la vida, el alza del transporte o al cierre de la Universidad Nacional.

A nivel comunitario y especialmente en los barrios subnormales, la participación de los vecinos en los Comités de Trabajo fue un hecho importante, se unían  en torno a las problemáticas sociales, legalización Urbanística, servicios públicos, los había por barrios, por problemáticas  o por sectores. Uno de los más recordados fue el Comité Cívico zona 8ª de Bogotá, creado en 1978, aglutinó a más de treinta organizaciones entre juntas de acción comunal, asociaciones de padres de familia, grupos estudiantiles y sindicatos.

 El comité cívico tuvo como bandera la “Plataforma Reivindicativa Mínima” (Comité Civico Zona Octava de Bogotá: 1979), que exigía el hospital, la universidad pública, la ampliación del bachillerato y la primaria nocturna, vías y puentes vehiculares, polideportivo, servicios públicos, legalización de los barrios, biblioteca y teatro cultural. La movilización y la organización se encaminaron en la búsqueda de estos objetivos.

 Hacia finales de esa década fue importante el auge del movimiento juvenil especialmente en el sector cultural, aparecen grupos como Asacom (Nueva York), Crema Innata (centro Kennedy), Maíz Panela, Catambo y Tapizca (INEM Kennedy – Centro de Investigación y Promoción Comunitaria  -CIPROC-), Tierra Joven (CDC Kennedy), el comité de Jóvenes (Britalia), La Embarrada y Mascatela (Patio Bonito), entre los más destacados. Durante ese periodo se realizaron encuentros juveniles que fueron apoyados por Bienestar Social del Distrito y CIPROC, para fortalecer la participación de los jóvenes. Es destacable el proceso de organización de estudiantes del INEM a través de la Cooperativa de estudiantes COPEINKE.

 Hacia 1985 se inicia un nuevo auge de urbanización en sectores como la Chucua de la Vaca, Dindalito y la Rivera. Allí aparecieron decenas de barrios en las mismas condiciones de los barrios subnormales de la década anterior, pero con un problema adicional: su ubicación sobre los humedales y la ronda del rio Bogotá. La historia se repitió de nuevo, familias humildes fueron estafadas por avivatos que valiéndose de las necesidades y de la falta de una política de vivienda para los sectores populares les vendieron terrenos en zonas de alto riesgo, sin legalización, ni servicios esenciales.

Los procesos de participación comunitaria en los ochenta fueron notables. Se crea la Asociación de Juntas de Acción comunal (primera del país) gracias a los procesos de organización del comité cívico y del comité del sector de Patio Bonito, conformado tras la Inundación de Noviembre de 1979.

 También se afianzan organizaciones como el CIPROC en el barrio el Socorro y el Centro de promoción y cultura del Barrio Britalia que trabajaban con niños y niñas, mujeres y jóvenes. También aparecen grupos de teatro como Teatropical y la Casona.

 En este tiempo se destacan las luchas por los servicios públicos, la erradicación del basurero de Gibraltar y la exigencia de la universidad pública para la localidad, esta última fue liderada por el Consejo Popular y la Asociación de Juntas hacia 1988, reivindicación que nunca se pudo llevar a cabo por falta de voluntad política de los gobernantes de ese tiempo.

 La década de los noventa inicia con fuertes procesos sociales, por un lado las juntas de acción comunal, a través de los comités sectoriales, y por el otro, el afianzamiento de las organizaciones comunitarias, destacándose el proceso de participación del sector de jóvenes y artistas que se articularon en el Proyecto de Casa de la Cultura, auspiciado por el IDCT.

Con la Constitución Política de 1991, se realizaron cambios trascendentales en la participación política de los ciudadanos, al declarar que la garantía del orden social, político y económico del Estado se basaría en la democracia y la participación ciudadana, dando así un protagonismo más directo de los ciudadanos en algunos asuntos de Estado. Se pasó de la democracia representativa a la democracia participativa, esto se reflejó en la localidad en dos aspectos. Por un lado la creación de las Juntas Administradoras Locales y por el otro la participación de los ciudadanos en la construcción de los Planes de Desarrollo Local.

 La Constitución de 1991 es reconocida por incluir derechos fundamentales, pero es cuestionada por haber permitido la privatización de las funciones del Estado y adecuarlo a la sociedad del mercado global generando reformas de orden estructural, que con el tiempo fueron generando conflictos sociales. Nuestra localidad se manifestó frente a estas transformaciones en dos hechos. El primero tiene que ver con la implementación del Autoavalúo o impuesto predial, que fue reformado por el Estatuto Orgánico de Bogotá y que motivó un proceso de organización y movilización social entre abril y mayo de 1994 en sectores como el Socorro, Roma y Gran Britalia. El segundo tuvo que ver con la decisión de la administración distrital de desalojar a miles de personas de la ronda del rio Bogotá por encontrarse dentro del perímetro de los 300 metros, tal como lo planteaba el Acuerdo 6 de 1990. La decisión no tuvo en cuenta que el lugar estaba habitado por familias desde finales de los ochenta. Lo que originó un movimiento ciudadano que agotó todos los recursos legales para impedir el desalojo. La dirigencia comunal y comunitaria con el apoyo de los párrocos del sector de Patio Bonito realizaron entonces uno de los paros más significativos de la localidad en Junio de 1996.

 Esta década es importantísima en la participación ciudadana, ya que es un periodo de transición de la democracia representativa a la participativa. Es decir, se busca cambiar las costumbres políticas de los ciudadanos de depender de los auxilios parlamentarios de una manera clientelista a participar activamente en las políticas públicas a través de la formulación y ejecución de los presupuestos por medio de los Planes de Desarrollo. Hay que resaltar que hacia 1994 se creó el Sistema Local de Cultura, pionero en la participación local y  en dar una estructura y unas funciones en la relación entre la base cultural, la comunidad en general y las instituciones distritales y locales.

 Por ese mismo año es aprobada por el Congreso de la República la ley estatutaria de los Mecanismos de Participación Ciudadana estableciendo las normas que regulan las iniciativas legislativas y normativas como son: El Plebiscito, el Referendo, las Consultas Populares, la Revocatoria del Mandato y los Cabildos Abiertos.

La localidad fue pionera en recurrir a los Cabildos Abiertos, hubo tres de trascendencia.

 El primero fue el realizado en el sector de Britalia en 1995, por solicitud ante el Concejo de Bogotá de  los directivos, maestros y estudiantes del Colegio Britalia, quienes exigían la ampliación del colegio de secundaria.

 El segundo, fue el Cabildo Juvenil del 2 Septiembre de 1995, solicitado por algunas organizaciones juveniles, estudiantiles, culturales y ambientales ante la Junta Administradora Local de Kennedy por Empleo, Educación. Cultura para los jóvenes de la localidad.

 El tercero, fue en 1996 solicitado por el Comité sectorial de la Chucua de la Vaca, por la legalización de los 14 barrios. Es  de resaltar que actualmente las organizaciones comunales y comunitarias de la UPZ de Patio Bonito han recurrido nuevamente a este mecanismo del Cabildo Abierto para poner en el debate público las problemáticas sociales y de orden estructural del sector.

 En la presente década el ascenso de la participación se ha manifestado en el fortalecimiento y la creación de múltiples y nuevas organizaciones sociales. Un elemento que ha potenciado la acción social ha sido los Encuentros Ciudadanos, que han motivado la participación ciudadana, especialmente de la comunidad organizada. Esto lo vemos reflejado en la creación de entes representativos como son los consejos o mesas de los jóvenes, mujeres, discapacitados, indígenas, afros, adultos mayores, deportistas y ambientalistas, que han logrado incidir fuertemente en las políticas públicas de cada uno de sus sectores.

  1.  La Hojarasca, Nuestra Verdadera Historia. El Pueblo Indígena Muisca, Diana Martínez Bocanegra, Ejemplar 8, Abril de 2005
  2.  La Hojarasca, Nuestra Verdadera Historia. El Pueblo Indígena Muisca, Diana Martínez Bocanegra, Ejemplar 8, Abril de 2005
  3. Hijos de las estrellas, Historia de Ciudad Kennedy, Fidel juez y Alfonso Jaramillo, Fondo de Desarrollo Local 1996, pag. 67.
  4. Historia y Antologia, pag. 82 y 83, tomado del trabajo presentado al concurso de historias barriales en 1998 denominado de “ De Techotiva al Tercer Milenio”
  5. Historia y Antologia, pag. 82 y 83, tomado del trabajo presentado al concurso de historias barriales en 1998 denominado de “ De Techotiva al Tercer Milenio”
  6. Hijos de las estrellas, Historia de Ciudad Kennedy, Fidel juez y Alfonso Jaramillo, Fondo de Desarrollo Local 1996, pag. 72
  7. Ciudad Kennedy 40 años, Fondo de desarrollo Local y UT Kennedy Cultural y Artística Pag 10

(Este texto fue publicado en la Cartilla TECHOTIBA Contexto para la participación de la localidad de Kennedy)

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